sábado, 16 de febrero de 2013

y al final siempre llega el final.

Ella era la típica soñadora que buscaba un príncipe azul y él el cabrón más romántico de su ciudad. Él tenía el corazón a cachos y ella unos cuantos de repuesto.
Ella la musa de muchos y él un poeta frustrado hasta que la vio sonreír. Y ni ella era tan buena ni él tan hijo de puta. Pero el destino.
Ella se fue a por tabaco. Pero él sabía que nunca había fumado. Él esperó y esperó mientras ella. A saber dónde estaba ella. Ella no volvió a entrar por esa puerta, y él intentó olvidar con una botella que no hizo efecto.
Y ahora ella se abre de piernas todas las noches buscando sentir lo mismo. Y él es feliz entre café y libros, o algo así va contando mientras muere por volver a ver su sonrisa aunque fuera una vez.

1 comentario: