sábado, 23 de febrero de 2013

Esa forma tan suya de ser ella.

Esa forma tan suya de romper los espejos y ni inmutarse.
De sonreír después de romperse los nudillos contra la pared y morir un poco más por dentro, de decirse una y otra vez que está bien, como si no pasara nada, a pesar de saber que es mentira. Esa forma tan suya de ser ella. O de no ser.

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