domingo, 30 de diciembre de 2012

-

Hoy prometí dejar de escribirte y aquí me tienes. Con un papel delante y sin saber por dónde empezar algo que dudo que leas. Pero me he prometido muchas otras cosas otras muchas  veces y de tantas sólo he cumplido unas pocas. O ninguna.
También me prometí olvidarte. Y más tarde dejar de decirle a todo el mundo que no te echo de menos. Me prometí cada mañana al levantarme 'hoy va a ser mi día' y al final fueron todos la misma decepción.
¿Pero prometer sirve de algo? Porque al final nunca cumplimos.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Hablando de sinsentidos, tú y yo.

Poemas rotos y un vinilo que no suena.
Lluvia contra la ventana y tus latidos. Música.
Y yo que sigo esperando que entres por esa puerta y calientes mi cama. (¡Que me abraces, joder!)
Déjame ver la solución a estos días grises. Tus ojos.
Que me pierdo por ellos y nado por un mar de lágrimas.
Y cuando quieras te quito ese nudo de la garganta.

-

Hazme música entre lágrimas y sábanas revueltas. Que la ropa esté tirada por la habitación. Da igual todo. Abre los ojos.
No. Mejor los cierras y me besas. O cómo quieras.

martes, 18 de diciembre de 2012

'última línea juntos, verso acabado punto.'

Nos quisimos como si fuéramos lluvia cayendo sobre el papel. Y acabamos siendo uno.
Como hojas bailando libres al son del viento.
Como un corazón bombeando sangre cada vez más rápido cuando se acerca.
Te volviste ruido porque ya no supe hacer música con tus besos. Y aquí estamos.
Acabando una página, poniendo puntos finales.
Sin saber si habrá una siguiente. Otro capítulo.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Somos dos desconocidos que se conocen mejor que nadie. Que se pierden. Se encuentran. Que fingen estar bien a pesar del dolor que se causan. Desastres irremediables. Enamorados el uno del otro. Piezas perdidas de un mismo rompecabezas. Recuerdos. Una fecha quemada en el calendario. Luna y días grises. Un muro derruido. Insomnios y ojeras. Café y un piano. Tus dedos por mi espalda y los míos en tus labios. Corazón y latidos. Ruido.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Había unas flechas en el camino indicando la salida. Pero nosotros decidimos vivir. Y en el intento nos perdimos. Más flechas. Más indicaciones. Más ganas de vivir. Nos volvemos a perder y morimos. Pero siempre juntos. Y no intentamos encontrarnos ni revivir. Para qué. Si así podemos ir dando tumbos por calles desconocidas sin miedo a perdernos. Recorriéndonos el uno al otro con besos y palabras sin sentido que se juntan cada vez que nos besamos. Y escribir eternamente.
Sus sueños se disipaban al desaparecer esa cortina de humo que hace todo más fácil. Te pones los cascos dispuesta a comerte el mundo cada mañana y acabas comiendo techo a todas horas. Ves las nubes grises tomar tonos rojizos a medida que la noche se acerca. El miedo siempre acechando.Y por otra parte, nunca quieres que el sol salga. Tienes miedo a estar sola otra vez, a pesar de que todo el mundo te dice que estará. Sabes de primera mano  que vas a volver a estar sola. No del todo; siempre quedará la soledad. Y la nostalgia. Prefieres apuntar y disparar. Terminar con el dolor de un balazo. Pero entonces aparece esa persona que te convence de que todo saldrá bien. Y te apuñala una vez más.

.,

Un cartel de neón que entre líneas parece decir 'recogemos penas y lágrimas en vasos de ginebra'. Una chica rota que vagaba recogiendo los pocos pedazos que quedaban de su desastre. Las sábanas quemaban y la garganta también. Un nudo y una soga. Un abismo y nada más. Una bala de plata con un nombre grabado en busca de su propietario. La misma chica bajo el mismo cartel decidida a acabar con todo. Con nada. A borrar los puntos suspensivos para marcar el final de. Y miedo. Mucho miedo. 

Puede que. Nada.

Qué más dará. Puede que esto sólo fuera un sueño que se tornó pesadilla. Puede que parpadee y ya no estés, o quién sabe, puede que al abrir los ojos vea ese punto de luz que entra por la ventana de mi cuarto y me despierte algo aturdida de esta pesadilla (y puede que la olvide en pocos segundos). Sí, puede que todo esto sea mentira y que nunca hayas existido. Pero esta mentira me gusta. Y acaba conmigo.
Si algún día despierto, recuerda que en algún momento volveré a dormir si el insomnio no me lo impide.
Pero.
No. No creo que esto sea un sueño. Y tampoco creo que pueda despertar y ver luz. (...) Sigo estando al borde del precipicio, y nunca he caído, pero si sigo andando por la cuerda floja puede que caiga. Y no vas a estar ahí para sujetarme.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Ya no bailamos. No nos deslizamos por las notas del piano. Ya no hacemos música entre las sábanas. Ya nada. Ya no nos escribimos a besos por tu espalda.

martes, 4 de diciembre de 2012

toca ser frío, invierno, ruina.

Que cuando estamos juntos el reloj se para y el tiempo sólo corre a nuestro alrededor. Sólo para ser nosotros. Pero seamos realistas. Yo estoy perdida por ti y tú por mí. Y para qué buscarnos.
Somos esa única nota que resultaba de nuestro baile por las teclas del piano. Y la lluvia ya no nos acompaña al bailar y el piano desapareció contigo. Y las yemas de mis dedos echan de menos tus costillas. Nos quemamos. Y hemos resurgido de las cenizas demasiadas veces. Ya tocaba ser frío.

,,,

Cuando dejaste de darme calor y todo lo que dejabas era vacío.
Éramos a ratos. Cuando nos olvidábamos del mundo y nos comíamos a besos. A veces. No sé. Nos sumergimos en algún sitio perdido. Tocamos la Luna con la punta de los dedos. Difícil. No imposible. Y así con cada beso. Cada caricia.
Pero. La Luna se apagó y el Sol no salía. Y nosotros nos perdimos por separado. Seguimos buscando. Al menos yo. Una vez más nos consumimos al igual que esa vela. La que nos enseñaba el camino de vuelta y que un día se apagó. Por eso seguimos perdidos.
Nosotros es una palabra bonita siempre que se refiera a ti y a mí. Ay. ¿Te acuerdas de cuando éramos unas cuantas líneas sin sentido?

(...)

Frío. Sin ti. Perdida por un callejón oscuro sin final. Sin sueños y con las pesadillas acechando a tus noches en vela.
Si sigo aquí es por un par de personas que me importan. Ojalá nada importase y así desaparecer. Aunque a estas alturas debería tener asumido que el tiempo sigue corriendo aunque no quiera.

martes, 27 de noviembre de 2012

;

Puedo ponerme nostálgica y pedirte que vuelvas. Puedo hacer como si nada y apartar la mirada mientras tus ojos me buscan. Puedo esperar a que se esconda el sol para perderme hasta llegar a tu portal y allí ya lo que surja. Puedo sentarme detrás de la barra de un bar y ahogar en alcohol tus promesas. O puedes venir y quitarme el aire con un beso.
Puedo no sentir nada y a la vez sentirlo todo. Puedo esperarte en la estación donde te vi la primera vez bajando de aquel tren y enamorándote de mí. Puedo romperte o dejar que me rompas. Llenarte o obligarte a llenar mi vacío.
Puedo aprovechar los insomnios buscándote mientras mis ojeras echan de menos a las tuyas. Puedo desabrochar los botones de tu corazón y instalarme en él para siempre. Puedo romperme en tus sábanas y desaparecer con el primer rayo de sol.
Puedo dispararte y morir en el intento. Puedo volar con tus besos y olvidar todas mis mierdas con solo rozarte. Puedo esconderme y si te he visto no me acuerdo. Puedo robarte la sonrisa y deshacerte de esos ojos tristes.
Puedo y quiero. No. Puedo y no debo.
Puedo coser tus cicatrices mientras abres mis heridas (más). Puedo arrastrarte a mi caos o dejar que te hundas por tu cuenta.
Puedo llenar cuadernos y tachar todas mis dudas. Puedo escribir el dolor o morirme por dentro. Puedo quererte y odiarme. O odiarte y no quererme. Puedo dejar que te vallas con ella mientras yo me rompo o puedo agarrarte la mano y que compartamos desastre.
Puedo. No. Podemos. Puedo tantas cosas que al final se quedan en nada.
Puedo descorchar miedos y sembrar dudas. Puedo hacerte caso y sonreír o pasar y llorar por ti. Puedo decirte todo lo que siento o.
                                                                    Puedo dejar que el viento me derrumbe y. Ay.
                                                                     

sábado, 24 de noviembre de 2012

,

Si hablamos de vicios peligrosos, no puede faltar tu sonrisa. La curva más bonita que existe y también la que más veces me ha roto. En realidad tú eres el peligro. La sonrisa no es más que una mínima parte de todo el daño que puedes causar sin mover un solo dedo.
Pero sigues siendo mi mayor vicio, y sí, lo sé. Me haces daño aunque no me de cuenta. Lo haces poco a poco y acabarás matándome. Pero la ansiedad cuando te vas no compensa. Y mi sonrisa cuando estamos juntos es igual o más peligrosa que la tuya.

martes, 20 de noviembre de 2012

Suspirando el mismo invierno, en el mismo día gris de siempre. Latiendo sólo por rutina y sin querer. Sintiendo el frío que me quema y hace que el vacío esté más lleno. Gritando a las mismas cuatro paredes con las que me rompo los nudillos por la puta impotencia. ¿Ves? No ha cambiado nada. Y así voy a seguir, aunque no quiera. No puedo hacer nada para evitarlo.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Aquí todo sigue igual. Sigo siendo el mismo desorden que dejaste cuando te fuiste. El mismo invierno y el mismo día gris que llueve por las noches. Sigo siendo yo, la ruina de la que te enamoraste. La misma a la que rompiste y dejaste con los ojos tristes de por vida.

jueves, 15 de noviembre de 2012

...

Despertaba en un sitio desconocido para ella, pero no le importaba. Extrañamente, se sentía bien. ¿Feliz...? Puede que esa no fuera la palabra, pero es lo que pensó en ese preciso momento. No recordaba muy bien lo que había pasado la noche anterior, y tenía una resaca difícil de aplacar en cualquier circunstancia normal, aunque ahora no le importaba. Sólo recordaba que estaba totalmente deprimida y paró en el primer bar que encontró en medio de la carretera. Empezó a beber y se había despertado en esa habitación tan extraña para ella. Se levantó de la cama y vio que no tenía su vestido, sólo la ropa interior. Se puso en lo peor y la sonrisa se la borró de la cara, aunque no por mucho tiempo. Había algo sobre la mesita de noche, una nota; No tardaré mucho en volver. Espero que no hayas cambiado de opinión respecto a lo que dijiste anoche de que estabas enamorada de mí. Yo sí lo estoy. Ella empezó a recordar lo que había pasado, aunque la nota le sorprendió. Ella esperaba que él se hubiera ido, y temía que eso pasara. Se encontraron esa noche en el bar y él le ayudó a calmarse. Ella no podía quitarle los ojos de encima, y aun sin saber nada de él, confió. Pensó en todas las historias de amor a primera vista, pero lo descartó enseguida. Ya se conocían. Esto era algo mucho más fuerte, había recogido todos sus pedazos, daba igual cuantos fueran, y los puso cuidadosamente en su sitio sin dejar grietas. Ahora estaba segura, había encontrado la felicidad, aunque sólo fuera momentánea, y no la dejaría escapar.
Ella se estremeció y se revolvió entre las sábanas. Abrió los ojos y cuidadosamente examinó la habitación. Todo había sido un sueño y ella seguía rota. Al menos, no fue una pesadilla, pensó, pero sabía que al despertar se sumergía en una constante y de la que no podía escapar por mucho que quisiera. Se secó las lágrimas que caían por sus mejillas y volvió otra vez a su vida llena de dolor. Con la esperanza de que algún día, sucediera de verdad.

/

Vuelvo a la rutina de las pesadillas y el vacío. A las ganas de acabar con todo y odiando a todo el mundo. Prometiste demasiadas cosas y no cumpliste ni la más simple, pero yo sigo... a duras penas, pero aquí me tienes. Si tu dolor era el mío, pero ahora tú estás perfectamente y yo sigo en esta mierda. Me voy dando cuenta de que se te ve más feliz cuando vuelven las pesadillas y mis ganas de acabar con todo. ¿Y soy importante para ti? Bueno, ya no. Y dudo que algún día lo haya sido. Pero, ¿sabes? Ya me da igual. No me arrepiento de ti y aunque duela recordarte es placentero. Podría tropezar con la misma piedra (tú) una y otra vez, caerme y hacerme el mismo daño o incluso más. Pero ya ves que soy masoquista, al menos cuando se trata de ti.

lunes, 12 de noviembre de 2012

*

Me haces daño pero no me puedo separar de ti. Masoquismo en estado puro. Siempre la misma pesadilla. El mismo precipicio y el mismo vacío en el lado izquierdo. Y yo, que te rompo para que sientas lo que provocas. No me pareció justo privarte de ello.

-

Suspiros que rompen. Queman. Y cuando tú te vas, me dejan vacío el pecho. Ya es algo con lo que vivo, estoy acostumbrada, pero aun así siempre hay algo que lo hace diferente y mucho más doloroso. Puede que seas tú o puede que yo. O también que todo esto sea una pesadilla de la que cuesta despertar, pero de la que conseguiré salir de un momento a otro. Ojalá.

viernes, 9 de noviembre de 2012

pero a las tantas de la madrugada abandonas a una y recibes a otra

No te basta con romper corazones, también vas rompiendo miradas y provocando ojeras. Ordenando desordenes y desordenando perfecciones. No fumas pero siempre te vas con la típica excusa de 'voy a por tabaco'. Prometes a todas que no hay otra y las dices que recogerás todos sus pedazos si es necesario, pero cuando ya son las tantas de la madrugada y 'tienes que irte' abandonas a una y recibes a otra prometiendo lo mismo que cada una de las otras veces. Preparando café para una chica distinta cada mañana. Pero, ¿sabes algo? Cuando te rompan a ti nadie estará para recoger tus pedazos. Habrán ordenado tu querido desorden y te provocarán insomnios incurables. Ay, ojalá entonces te des cuenta de todo por lo que me haces pasar cada noche.

-

Ya sé que escribir no cambia las cosas, y ya ni me llena. Pero se ha convertido en una necesidad. Solía hacerlo por el placer y la descarga de rabia que me producía, pero ahora duele más de lo que nunca habría pensado. Duele y hace que me sienta peor, ya no llena ese vacío ni un poco, ni me ayuda a salir de aquí. Pero por algún motivo no puedo dejar de hacerlo, es como una adicción, necesaria, aunque por el contrario no hace daño alguno. Creo.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Overexposed.


.

Me gustaría ser la soga que te asfixia. La razón de tus latidos y de tu caos y del vacío que sientes. Sólo para que sientas lo que yo, para que abras los ojos y dejes de doler de una vez.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Esa chica...

Soy esa chica de ojos tristes que mira cada amanecer con una lágrima cayendo. La que sólo late porque tu lado izquierdo lo hace. Esa capaz de buscarte cada invierno en cada estación acompañada sólo por la nostalgia. La que preparaba café todas las mañanas únicamente para recordarte.  Esa chica rota que pierde trocitos de corazón y acabará con el pecho vacío. Un libro abierto pero cerrado. Yo.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Fui. Bailando por tus costillas y volando hasta las nubes en cada suspiro. Perdida en bares de carretera esperando a que vuelva algo de esa felicidad que escapó contigo. Intentando demasiadas cosas a la vez y volviendo sin ser a la estación donde la nostalgia espera nuestro reencuentro. Pero tú.
Recordando la despedida; con la mirada vacía y viendo cómo te vas y desapareces.

martes, 23 de octubre de 2012

,

Te fuiste alejando sin darte cuenta del único punto de luz que podría guiarte para volver, te alejaste tanto que llegó el momento que dejaste de verlo, y cuando te quisiste percatar ya no había vuelta atrás. Ahora estabas perdida.
Cada noche te rompías y por el día ibas entrando algo más en esa densa oscuridad. "Si ya estoy dentro, qué más da un poco más". Pero te equivocabas. Eras un desorden continuo. Luego, con ese desorden llegó la autodestrucción, y te hundías más y más en ese pozo sin fondo, hasta convertirte en ruinas. Continuamente por tu cabeza rondaba la misma idea, "no aguanto más esta mierda", pero algo te decía que era tu culpa, sólo tu culpa; -Atente a las consecuencias, tú has querido entrar en esto, no vas a poder salir.

no te hacen falta alas para volar.

Te rompes los nudillos contra una pared porque te cortaron las alas y no pudiste volver a volar. Llevas ya mucho tiempo en un sitio que no es el tuyo, pero del que tampoco consigues salir. Es como un laberinto sin salidas, o no, más bien, como una habitación gris y sin ventanas. Sólo cuatro paredes y gritos que perforan y no cesan en tu cabeza. No puedes pedir ayuda, nada podrá devolverte esas preciadas alas que un día perdiste, nadie puede enseñarte otra forma de volar, pero. Tendrás que aprender por ti misma si no quieres seguir ansiando la libertad, si quieres obtenerla algún día, ¿no crees?

sábado, 20 de octubre de 2012

Ay.

Por la ventana entran bocanadas de aire acompasadas con tus latidos. Frío. Y sus dedos recorren tus labios, frágiles, al igual que el resto de tu 'yo'. Tanto interior como físico. La ropa tirada por el suelo y ambos sobre la cama. Una lágrima recorre tu rostro. Hasta que otros labios (los suyos) te la arrebatan de la boca.
Puede que de esta forma, con él, no seas feliz, pero lo que sientes se le asemeja tanto a la felicidad que te da igual. Ni siquiera sabes si es amor realmente.

lunes, 15 de octubre de 2012

Y si quieres, te dejo perderte por mis piernas.

Que yo ya me perdí por tu espalda y me hiciste volverme loca. Termine odiando toda tu anatomía; a ti. Y, ay, me enamoraste. Ahora es tu turno. Piérdete (en mis piernas) y termina odiando hasta la última parte de mí. Vuélvete loco. Hasta el punto de enamorarte de lo que soy.

lunes, 8 de octubre de 2012

Ojos tristes. Llueven cada noche.

Estás entre cuatro paredes grises, llenas de grietas y arañazos. Como tú. El sonido que producen las agujas del reloj, te reduce a polvo. Se supone que el tiempo todo lo cura, pero a ti te está matando.
La misma pesadilla de todas las noches se convierte en realidad. Otra vez más. Ya no te persiguen ni tus demonios; tienen miedo de romperse. Y es que a cada paso que das, todo se vuelve gris, triste. Todo se convierte en ruinas.

sábado, 6 de octubre de 2012

Borrón y cuenta nueva. Parece fácil, pero... La tinta con la que has escrito es imborrable. Y en todos los márgenes, en cada página. Has dejado tu firma. Aunque quiera cambiar de capítulo, pasar página. Ahí vas a estar.
La verdad, me alegro. Me importas demasiado como para poder olvidarte.

Nightmare.

Se vivía tan bien en el cielo, cerca de la Luna. Pero te fuiste, y... Tuve que volver a la ru(t)ina de olvidarte. De romperme. De no sentir(te) nada. Ni frío, ni calor, ni dolor.. Nada. Sólo nostalgia.
Tengo el corazón helado y no puedo latir. Y es todo por que se ha ido. 'Tonta', me repito una y otra vez. 'Déjale ir, no te merece'. Pero no lo pienso. Le quiero, y eso me ciega.
Me revuelvo entre las sábanas, noto el frío de éstas. Estoy sola, otra mañana más. La luz me obliga a abrir los ojos, juraría que había cerrado la ventana y corrido las cortinas... Me incorporo, y entonces, lo veo: Una flor sobre la mesita de noche, en una bandeja de desayuno. Tostadas, zumo, café... Levanto la vista. Y ahí está. Él, con una sonrisa.
-Has tenido una pesadilla-, me susurra. -pero tranquila, estoy aquí. No me iré nunca.
Reacciono. Todo había sido un sueño, y suspiro de alivio.

viernes, 5 de octubre de 2012

Ay...

La Luna estaba demasiado cerca comparada con su felicidad. A cada segundo que pasaba ella se convencía más de que no lograría encontrarla. Sus ganas de... de todo, se fueron hace tiempo. Y sus sueños. Con él. De alguna forma u otra, poco a poco descubrió que estaba rota. Que el dolor era lo único capaz de llenarla de nuevo, muy a su pesar.

miércoles, 3 de octubre de 2012

martes, 2 de octubre de 2012

...

Llevas una máscara. Oculta tu odio, tus ganas de acabar con todo. Te la quitas cuando estás sola. Y no puedes dejar de llorar. ¿Qué te pasa? No lo sabes. Solías ser feliz pero.
Lo único de lo que tienes ganas cada día es de dormir, y con suerte no despertar. Te arrepientes de tantas cosas... Ay. Antes tenías la esperanza de salir de este laberinto, pero ahora. Ahora estás demasiado sumergida en la oscuridad y los días grises.
No hay luz, no hay salida. Sólo muros de palabras y sentimientos que te impiden poder pasar. Gritas, los arañas y aporreas. Sólo te hace más daño. Pero sigues ahí, sin poder avanzar.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Grietas, ojeras. Dolor.

Las cuerdas que te sujetan se rompen. Te caes y. Otra grieta más para la colección. La verdad, tienes ya tantas, que una más no te hace tanto daño (o eso quieres hacerte creer). Pero son demasiadas. Y ya no puedes más, estás harta de todo y todos. De que te juzguen sin saber por lo que estás pasando, de que te arañen la espalda y no puedas hacer más que derrumbarte. Ay. Si supieran...Ya es demasiado, aunque tú sigues como si nada. Con tu falsa sonrisa y tu falsa esperanza de que todo esto, pueda acabar algún día. De que el dolor te abandone, o, al menos, se haga más leve.
Mientras tanto, tus días seguirán siendo grises. Tu rutina será también tu ruina. Seguirás acumulando grietas y noches de insomnio.

'

Si te duele, es todo por su culpa. Por juzgarte en susurros, mientras ríen y te dedican miradas de desprecio.
Por obligarte a odiar cada mañana esa imagen que aparece en el espejo, con ojeras marcadas y lágrimas cayendo.

martes, 25 de septiembre de 2012

Le llaman Diciembre por su fría mirada.

Pero ellos no saben nada. No saben que ese nombre significa más que una mirada y actitud frías. No saben que tiene el alma y el corazón congelados, a punto de romper. Que todos sus días son grises y le gusta la lluvia porque es lo único que los llena. No saben que lleva tiempo sin poder salir de ese puto invierno. O ese infierno. No puede librarse de ese frío que le quema y le mata por dentro. Que ese desorden suyo tiene por qués. Ni que sus cortantes palabras son así porque le clavaron mil puñales en forma de versos incompletos.
No. No tienen la más mínima idea de nada.

lunes, 24 de septiembre de 2012

In(v/f)ierno.


"—¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
—¿Color rojo? querrá decir negro.
—No, se puede tener un día negro porque uno se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué."
Así son la mayoría de mis días. Rojos. En los que de un momento a otro el miedo llega y se apodera de todo. Te reduce a pedazos, a polvo. Y está presente durante todo el día. Pero no te creas que es sólo miedo. Viene siempre acompañado del dolor, que te rompe. Te destruye, arrasa con todo. Desordena aún más tu caos. Mientras que tú no puedes hacer nada. Sólo puedes quedarte quieta, con cuidado para que las grietas no se hagan más grandes. Aunque no sirve de mucho, cada vez que el segundero del reloj avanza, te sale una nueva grieta. Te rompes más de lo que ya estabas. Lo único de lo que tienes ganas es de gritar, de golpear las cosas. Pero ni para eso tienes fuerzas, sólo salen lágrimas de tus ojos.

domingo, 23 de septiembre de 2012

...

Miras al espejo y ves lo de siempre. A una completa desconocida.
Antes te tenías algo de aprecio. Ahora, en cambio, estás rota. Estás rota por su culpa. No te conocían, pero te convirtieron en esa cosa que ahora desprecias tanto. Tú te conocías, sabías quién eras, lo que querías. Ahora ya no. No te conocen ellos, pero tampoco tú. 
Has cambiado y...
                                                                     Ahora más que nunca, te odias.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Para. Mátame más deprisa, para que no duela tanto.

Aquella chica de la mirada perdida que consiguió romperte. Y ahora, tú la rompes a ella.
Venganza. Es lo único que quieres, y hasta que no sacies la sed que provoca no vas a descansar. Pero mírate, mírala. ¿Ves lo que estás haciendo? La estás matando.

'''

Miénteme más despacio. Me estoy rompiendo. No. Tú me estás rompiendo.
Lágrimas que antes eran sonrisas. El rimmel corrido. No tengo ganas de nada. Los tacones que me suben hasta el cielo. Autoestima bajo tierra. Sonrisas al revés. Mientras ahogo las penas con alcohol.
Tu compañía. Placentera y dolorosa a la vez. Prefiero la soledad.
Sólo quiero desaparecer y... Nada.

(...)

Para mí el invierno empezó hace tiempo. Desde que soy presa de tus caricias y el dolor que conllevan. No sé si es invierno o infierno. Estoy entre rejas. Custodiada por el dolor y la tristeza. Y mi peor enemigo eres tú. O yo. Ni eso tengo claro.
Te llevaste mis ganas de todo. Menos de ti. No consigo que desaparezcas. Estoy perdida y. Mi sonrisa... Nunca tuve una.

.,

No le provoques este dolor a ella también. Yo... Conmigo fue suficiente. Me has inyectado penas en vena y... Sigo en proceso de desintoxicación.

"Mis ventanas están rotas. Pero yo todavía estoy de pie."

Escribo con lágrimas cayendo sobre mis ojeras. Acercándome a pasos agigantados al final de un precipicio. Un precipicio del que si caes no podrás volver a levantarte. Es demasiado profundo, demasiado oscuro. Pero no puedes dejar de acercarte. Hay algo que te obliga a seguir. Una pistola que te apunta, y tus pensamientos te susurran que caigas, que te lances. Pero, espera... tú eres fuerte. Puedes hacer frente. Quieres. Sólo te hace falta valor.

lunes, 17 de septiembre de 2012

-

Con los ojos acuosos y las ojeras marcadas, se dirigía al precipicio dispuesta a acabar con todo. A caer. A hundirse para siempre. Ya no tenía que seguir adelante, o al menos eso creía ella. Desde que aquel hombre la enamoró y se fue... No le encontraba sentido alguno a su monótona vida.
Se acercaba al precipicio a la par que las horas, minutos y segundos pasaban rápido. Aunque para ella era una espera eterna. A cada paso que daba estaba más convencida de que estaba dispuesta a dejar todo atrás. La familia, amigos, todas y cada una de las cosas que le importaban.
Y el precipicio estaba ya más cerca. Estaba a un paso de acabar con todo, y lo hizo.
Despertó, y lo primero que se le pasó por la cabeza fue que no había servido de nada, que seguía con vida. Se levantó, y vio su cuerpo tendido en el suelo cubierto de sangre. Un montón de gente alrededor. Entre ellos su familia, destrozada por el dolor, con los ojos llenos de lágrimas.
Se dijo a sí misma que era estúpida. Que en realidad sí le importaba a alguien. Que tenía que haber pensado en las consecuencias y en que su vida seguía teniendo sentido aunque un tío que conocía de una noche no quería saber nada de ella. -Tonta.-susurró. El amor le había cegado. Pero ahora nadie podía oírla, no podía pedir perdón. Ya era tarde. ¿De qué serviría?

viernes, 14 de septiembre de 2012

.

Ponte en mi lugar. Vive en tu propia piel estar ahogado por la tristeza. Quédate en casa emborrachándote con problemas y no con alcohol. Derrúmbate por el dolor que tú mismo me produces. Piérdete, búscate. Verás cómo no te encuentras. Estarás vacío. Y entonces. Sólo en ese momento. Me comprenderás.
Cuando el silencio y la soledad te atrapen.
Volverás entre lágrimas y sollozos. Roto. Y nadie será capaz de ayudarte. Ni siquiera tú mismo.
No puedo más.-Dijo, con una pistola en sus manos. Dispuesta a acabar con todo. Quebrándose.
Y vuelve a gritar pero nadie la oye. Tampoco lo quiere. Era su culpa. Por ellos estaba así.
Ya no hay miedo. Ni dolor. Ni vacío. Ya no le queda nada por lo que seguir aquí.
Tus hombros al descubierto y mis labios. Mojados por las lágrimas mientras te besan.
Ella se quiebra mientras las manos de un hombre cualquiera le acarician la espalda. No. La desgarran. Y más caricias. Otra noche perdida entre las sábanas de un desconocido. Otra vez la Luna es testigo de cómo se rompe.
 Se pierde en su pecho y le roba el alma con sus armas de seducción. Las lágrimas brotan y... Se termina de quebrar. Para siempre.

martes, 11 de septiembre de 2012

Ya llevo demasiado tiempo interna en días grises. Como el de hoy. Estoy cansada de sonreír a la gente y cuando estoy sola no poder dejar de llorar. De no tener ganas de nada, de encontrarme vacía y romperme una y otra vez. De todos estos líos de cabeza que me provocas y me provoco yo sola. De sentirme sola y llena de rabia. De la puta impotencia.
Sólo tengo ganas de acabar con todo. Así que.
Dispara y... Y vete.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Como un café frío por la mañana.



Un folio en blanco y un alma rota. Lágrimas. Sonrisas del revés.
Algo de música lenta. Y más lágrimas. Estaba sola y no dejaba de repetírselo una y otra vez. Eso sólo empeoraba las cosas, claro. Estaba llena de rabia y lo único que hacía era dar puñetazos a la pared y gritar. Eso tampoco mejoraba la situación. Pero sentía una impotencia que mezclada con rabia se convertían en un cóctel explosivo. No quería seguir así, ni aquí. Lo único que se la pasaba por la cabeza a parte de esos sentimientos era dolor. Dolor y. Autodestrucción.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Se intentaba convencer a sí misma de que había algo. Pero seguía sin encontrar ese 'algo' que la hiciera sentirse viva.

domingo, 2 de septiembre de 2012

-Lo siento, pero no eres mi tipo.
-Ah, ¿no? Bueno, vaya, pues... adiós.
-Eh, espera. ¿Quién ha dicho que no te quiera? ¿Que me voy a ir? No eres mi tipo, ¿y qué? Me da igual. En realidad, ¿quién es mi tipo? No lo sé, y tampoco quiero, porque yo te quiero a ti. Eres la única persona capaz de hacerme feliz día tras día y no pienso dejarte escapar.

El diablo se escondía bajo aquella cara inocente; tras la barra del bar.

Estaba sentada en la barra del bar, con una copa entre sus manos. Observando las botellas. Algo la llamó la atención, una botella vieja, de algo que jamás había visto.
-Póngame una copa de eso. 
El hombre de detrás de la barra la hizo caso y se le puso una media sonrisa. Se acercó al estante y cogió esa botella. Una vieja etiqueta llena de polvo decía algo que no se leía bien. El hombre apartó el polvo y leyó en voz alta: -Elixir de la felicidad. Bebe una copa y olvida todo lo que quieras olvidar. 
Sirvió la copa a la mujer, pero no le advirtió de lo que era. Ella bebió una copa tras otra, pero seguía sin sentirse satisfecha. No la emborrachaba, ni la producía sensación alguna. Hasta que la botella se acabó. Una sonrisa en la boca de la mujer apareció de repente. La primera sonrisa en meses.
Desde entonces, la mujer visitaba el bar cada noche. Pero ya no la hacía el mismo efecto. Cada vez se sentía más vacía. Perdida. No se acordaba por qué iba allí cada noche. No sabía quién era con certeza. Ni qué la pasaba. No sentía absolutamente nada. Ni rabia, ni asco, ni felicidad, tristeza o enfado. Nada.
Se cansó de todo aquello y... Decidió acabar con ese martirio. Volvió al bar, y una pistola la esperaba justo en el lado de la barra donde ella se sentaba cada noche. No había nadie, ni siquiera aquel hombre extraño tras la barra. Cogió la pistola; dos balas. Una para ella y la otra. Para la botella. Pero no lo pensó. ¡PUM! Se escuchó un tiro. Se había disparado directa al corazón.
La poca luz que entraba por entre la persiana la hizo revolverse entre las sábanas. La noche anterior había salido de fiesta y hoy, la resaca la acompañaba.
Se levantó cuidadosamente, bebió algo de agua y se miró al espejo. -¿Quién eres tú?-Pensó. Una completa desconocida frente al espejo. El maquillaje corrido y una lágrima. Descalza, en contacto con el frío suelo. Algo agradable, la verdad. Le hacía sentir viva.
Se dijo para sí que no podía seguir así. Se puso de nuevo los tacones y ese vestido negro que había tirado a los pies de la cama. Se limpió las lágrimas y el maquillaje corrido y dijo: -Puede que no me coma el mundo. Pero, si no lo intento, sólo voy a estar tirada arrepintiéndome de respirar. Si no me le como, me le voy a beber. Cualquier cosa. No voy a seguir así. No hoy. No mañana. Ni nunca.
Entró a la habitación, y, así estaba. La habitación con todo tirado y los cajones revueltos. Y encima de la cama, un papel arrugado.
Le entró miedo. Pánico. Pero aun así, se acercó, se sentó en la cama y comenzó a leer las líneas manuscritas con letras delicadas y una caligrafía preciosa.
El miedo crecía a la par que leía cada línea. No se lo creía. No creyó nada hasta que no llegó al final, en el que, con letra cursiva por los nervios (o eso creía) y algo emborronada por alguna lágrima, estaba escrita la palabra que más temía: Adiós. Y tras ella una silueta de unos labios rojos. Una marca de un beso.
Lo único que le quedaba de ella. Se había ido, para siempre.

miércoles, 29 de agosto de 2012


"Haré todo para cambiar lo que soy, haré todo por engañarme,
me diré una y mil veces que yo no soy así, que esa persona no puedo ser yo, y tratare de convencerme de mil maneras para que crea que puedo cambiar y ser ese alma idílica y magnánima que todos pensamos ser en el fondo, por supuesto no lo conseguiré, pero por el camino aprenderé a valorar mi esfuerzo y me querré un poco más, descubriré que perdonando es mas fácil perdonarme a mi mismo y eso me hará ganar autoestima para reforzar esos valores que parecían olvidados, esos valores son las armas que utilizare para enfrentarme a la vida y sus tentaciones, poco a poco me iré encontrando mas y mas fuerte hasta que por fin un buen día, upps ¡madure!" -Ramón Melendi Espina.

lunes, 27 de agosto de 2012

Estaba tumbada en la cama con los cascos puestos. Mirando a la nada. Oyó un grito que no logró distinguir bien, así que, se quitó los auriculares. Y otro grito. -¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Estoy enamorado de ti!-se dio cuenta de dónde provenían los gritos. Se asomó a la ventana y.
Allí estaba. Arrodillado. Recitando unas palabras dedicadas a ella. Por lo pronto, era lo más bonito que la habían dado en mucho tiempo, así que decidió bajar y escaparse con él. Pero cuando consiguió llegar abajo, él ya se había ido. El muy capullo la había dejado tirada tras prometerla amor eterno. -¡Cobarde!-pensó. Pero no fue capaz de articular palabra. Y es que estaba demasiado rota. Tan vacía. Que sólo pudo derrumbarse contra el suelo y. Llorar hasta quedarse dormida. Deseando que al despertar, todo hubiera sido una maldita pesadilla, pero.

domingo, 26 de agosto de 2012

Quiero noches libres. Felices.

Quiero noches de locura. De caricias en tu espalda. Y en la mía. De hacer cualquier cosa. Cualquier cosa que no sea dormir. De que me lleves hasta el cielo. Que la luna sea la única que nos haga compañía. De pintalabios corrido y la ropa a los pies de la cama. Que me beses y te bese. Que nos envolvamos en un abrazo eterno y me recorras todo el cuello con besos. De susurros al oído diciéndonos 'te quiero'. Quiero noches de fiesta, de desfase. De llegar a casa y sólo tener ganas de tirarte en la cama. De ir de fiesta en fiesta con los tacones en la mano porque no puedo más. Quiero noches de diversión. Noches inolvidables.

sábado, 25 de agosto de 2012

Esperanzas de una noche.

Era el clase de tío que se iba con la primera que se ofreciese a pasar la noche con él. Pero esta vez fue diferente. Se enamoró. 
La vio por primera vez en uno de los bares que frecuentaba cada noche en busca de cariño, fiesta y alcohol. La vio y no podía dejar de mirarla. No sabía lo que le pasaba, sentía como que ella era el centro del mundo. No era como las otras chicas, que le parecían bellas, le atraían físicamente pero. No le producían ninguna sensación. No le hacían sentir que era afortunado por poder observarlas. Tocarlas. No hacían que sintiera las mariposas que sentía ahora en el estómago. Entonces ella le miró y se sonrojó. Él se armó de valor. 
-Señorita, ¿quiere una copa?
-Bueno, si insiste. 
A partir de ese momento empezaron a hablar durante toda la noche. Pero se quedó en eso. Sólo palabras. Él se fue por su lado. Ella por es suyo. Cada uno a su casa, a pesar de que los dos querían dormir juntos. O, bueno. No nos engañemos. No querían precisamente dormir. 
Cada noche él volvió al mismo bar, a la misma hora. Y nada. Ella no volvió. Una lástima. Los dos se querían. Estaban enamorados el uno del otro.
Pero. Se dio cuenta de que ni siquiera sabía su nombre. Quizás no estaban destinados a estar juntos. Él tampoco sabía que ella sentía algo por él. Así que optó por olvidarse de lo que había pasado. Pero seguía acudiendo todos los días al mismo antro. Con un poco de esperanza de que sus caderas, clavículas marcadas y labios rojos subidos a esos tacones, entrasen por la puerta dispuestos a quedarse en su vida para siempre. Dispuesta a quitarle el amargo sabor de su vida. 

viernes, 24 de agosto de 2012

destroying myself.

Abandonar no es una opción.
Su corazón pide ayuda. La razón le rescata. Sólo para poder tirarle al fondo del abismo.
Tenía las ojeras marcadas, ojos hinchados y la mirada perdida. Tantas noches en vela llorando no hacían ningún bien.

Hoy te voy a demostrar que soy fuerte.

Un grito reprimido y las lágrimas cayendo por su mejilla. Ya no puede más. Pero apretó los dientes y una sonrisa forzada iluminó su cara. ¿Me querías joder? Lo has conseguido. Pero no lo vas a ver. No lo voy a demostrar-Pensó. Y salió a la calle dispuesta a aparentar felicidad.-No voy a llorar por ti. No más.

.

Se puso los tacones y se pintó los labios de un rojo pasión. Se secó las lagrimas y se dijo a sí misma -Hoy no valen lágrimas. Tengo que ser fuerte.-Se miró al espejo y fingió una sonrisa natural. Salió al salón, donde el capullo de siempre la esperaba. Ella estaba dispuesta a sufrir lo que hiciera falta por estar con él. Porque estaba enamorada y. Ciega. No veía que él era lo que tanto daño le hacía. No quería perderle. Aunque eso terminase con su vida.

asdgfhl-

Él la invitó a bailar. Otra vez. Pero ahora, no quería precisamente bailar. Y ella, indefensa. Se dejó hacer cualquier cosa. Quería volar.
Con un simple roce de sus manos, se les ponía la carne de gallina. Y es que estaban locamente enamorados. Imagínate un beso. Les hacía volar. Tocar la Luna y volver a la Tierra en cuestión de segundos.

jueves, 23 de agosto de 2012

Cuando el mundo se derrumbaba bajo sus pies.


Una lágrima caía por su rostro. El rimmel corrido y las ropas medio rotas. Había pasado toda la noche dando vueltas, sin rumbo. Llorando. Iba descalza con los tacones en una mano y una copa en la otra. Había bebido para olvidar y. Y lo único que hizo fue recordar con más intensidad. El sol se asomaba entre las nubes grises. Ya no quería dormir. No quería soñar. Ahora. Ahora tenía ganas de comerse el mundo.
Empezó por secarse las lágrimas, ponerse los tacones y una sonrisa en su boca.

jueves, 16 de agosto de 2012

Café para dos.

Como cada mañana, sonaba el despertador y él despertaba solo en la cama, pero aun así, arropaba de nuevo al aire. Ella se había ido hace ya un tiempo. Él se levantaba y se dirigía a la misma cafetería de todos los días para desayunar. Al entrar, se acercaba a la barra y articulaba unas palabras. Las mismas de siempre: -Café para dos. Se sentó en la misma mesa de siempre, con dos sillas, una de ellas ahora vacía, y se dio cuenta de que aún seguía la misma rutina de cuando eran dos. Se levantaba en la cama y arropaba algo inexistente, pedía café para dos y se sentaba en la mesa que se sentaban habitualmente. La echaba de menos. Y no la podría recuperar. Por alguna tontería sin importancia, había perdido al amor de su vida. Echó a correr, aún podía hacer algo para recuperarla, y cuando la encontró, le susurró al oído: -Vuelve, por favor. Te echo de menos, y mi vida sin ti no tiene sentido alguno. Sigo haciendo lo mismo cada mañana, cada tarde, cada noche. Sigo pensando que mi corazón es tuyo, de nadie más, y que por una tontería no vale la pena que estemos separados. Vamos a tragarnos el orgullo una vez más y a ser felices. Te quiero. Te quiero y no me cansaría de repetírtelo, si hace falta te lo digo eternamente, pero por favor, vuelve. 

jueves, 9 de agosto de 2012

Me he abandonado a mí misma. Me fui sin avisar, de repente, y no creo que vuelva. Estoy mejor aquí, en la cara de la felicidad. Lejos de los problemas, sin preocupaciones de por medio. Me he decepcionado a mí misma, sí, pero por una buena causa. Ahora llevo una sonrisa a todas partes, la mayoría de las veces sincera. Ahora te pido una cosa, mi 'querida' tristeza. Si algún día volvemos a encontrarnos, haz lo que sea. Cualquier cosa, para espantarme y hacer que no vuelva en mucho tiempo.

Delirium.

 A veces siento que si uno observa las cosas, si se sienta quieto y deja que todo exista frente a él, el tiempo se detiene por un instante y el mundo se congela a medio giro. Solo por un instante. Y si de algún modo uno es capaz de vivir en ese segundo, puede vivir para siempre.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Melendi me enseñó...

... que no siempre es mejor lo bueno, ni lo malo lo peor, que las apariencias engañan y la mejor ley es no tener ley. Que hay que cerrar los ojos y pararse a pensar, y que la vida del que no quiere vivir es muy puta. Que hay que luchar por las cosas y seguir caminando por la vida y siempre volver a las andadas. Que la vida es demasiado buena para desperdiciarla en trabajar, y que soñar es tan caro como barata es la luz del día. Que somos la repercusión de nuestras acciones, que las melenas no son sólo Rock and Roll, y que las ropas, estén sucias o rotas casi nunca están reñidas con tener buen corazón. Y que nos podemos burlar en la cara de la ironía, ver reír a la tristeza, y muy guapa a la más fea.

martes, 31 de julio de 2012

Cuando lo que más te apetece es desaparecer.

¿Qué hacer cuando estás mal, hundido, y no eres capaz de levantar cabeza? Cuando no tienes ni un sólo motivo aparente por el que levantarte. Cuando todo lo que aprecias se desvanece poco a poco por no haber sabido apreciarlo. Cuando te sientes solo aunque estuvieras rodeado de un millón de personas. Cuando lo único que desearías es desaparecer, irte de aquí, huir de los problemas, de la gente. ¿Qué hacer cuando no te quedan fuerzas para luchar? Lo mejor sería seguir adelante, afrontar los problemas. Sé que es difícil, pero no imposible.

miércoles, 11 de julio de 2012

Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mí. De nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas. Y yo sigo llena de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me quita un trocito de ti. Y tú sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando por mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos. Porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya.

todo por el orgullo.

En la mesa del comedor aún quedaba una taza de café manchada de carmín. Probablemente el único recuerdo que le quedaba de ella tras esa fuerte discusión. Lo habían echado todo por la borda, lo habían mandado todo a la mierda por una tontería. Las fotos que tenía de ella las había hecho pedazos, había metido en una caja todos los regalos que ella le hizo y los tiró a la basura. Todo por los celos. Él no quería perderla, y ella a él tampoco, pero ya era demasiado tarde. Y el orgullo no se iba, seguía allí presente en todo momento, y no les dejaba a ninguno de los dos ir dónde el otro estuviese y arreglar las cosas.

jueves, 28 de junio de 2012

Co-razones. - Carlos Salem



No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza
por eso de que sus caderas…
Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras
y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da.
Pero además la he visto seria, ser ella misma,
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.
Por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas,
y cómo se revuelve sobre las baldosas y qué fácil parece a veces enamorarse.
Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo
de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción…
Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.
Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente
para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas.
No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece,
luego te abrace y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.
Así que supondrás que yo soy el primero que entiende,
el que pierdas la cabeza por sus piernas y el sentido por sus palabras,
y los huevos por un mínimo roce de mejilla.
Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa,
las incomodidades de orgullo que pueda provocarte,
son algo con lo que ya cuento.
Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada,
que hace tiempo que escribo los míos.
Que yo también la veo.
Que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.
Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.
Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido
y en formato secreto.
Que me sé sus cicatrices,
y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas,
y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra.
Que yo también he memorizado su número de teléfono,
pero también el numero de sus escalones,
y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.
Que no sólo conozco su última pesadilla,
también las mil anteriores,
y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada,
porque tengo más deudas con su espalda
de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).
Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella,
rendida a ese puto milagro que supone que exista.
Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos,
y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino,
y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.
Que lo de “Mira sí, un polvo es un polvo”,
y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas
y sólo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.
Que te entiendo. Que yo escribo sobre lo mismo. Sobre la misma.
Que razones tenemos todos.

Pero yo, muchas más que vosotros.

viernes, 22 de junio de 2012

Hoy tengo ganas de decirte lo mucho que te quiero. Bueno, hoy y todos los días. Tenía ganas de decirte que te amo, que eres todo para mí, que mi sonrisa en gran parte es gracias a ti, que todavía no entiendo cómo era capaz de superar el día a día antes de conocerte. También quiero darte las gracias por haberme hecho sentir 'especial' por primera vez en toda mi vida, por no haberme dejado de lado a los dos días como hicieron otros, por tratarme tan bien desde el principio, por quererme y aceptarme tal y como soy.

hey, i love you.

I don't know how, somehow, before I met him, he could face the world. For all the shit, people unbearable, problems... I could not live without his 'good morning', their 'good night' and his 'I love you' 'from early in the morning. Without all the things he say and the smiles that drives me. I don't know how to live without him.

miércoles, 20 de junio de 2012

forever.


¿Por qué? ¿Por qué este momento no puede durar para siempre? La eternidad esta noche es una puerta abierta. Siempre, hasta el final de los tiempos. De ahora en adelante sólo será tú y yo. Una obra de arte sin fin. Aquí estamos, solos en nuestro propio universo. Somos libres, todo está permitido y el amor es la prioridad. Siempre juntos podremos navegar en la eternidad.

martes, 19 de junio de 2012

zxcvhjkl

No sé cómo, antes de conocerle, era capaz de enfrentarme al mundo. A toda la mierda, a la gente insoportable, los problemas... No podría vivir sin sus 'buenos días', sus 'buenas noches' y sus 'te quieros' desde primera hora de la mañana. Sin todas las cosas que me dice y las sonrisas que me saca. No sé cómo vivir sin él.

lunes, 18 de junio de 2012

Ya no soy yo. No eres tú. Somos nosotros. Para bien y para mal, sin importar lo que diga la gente.

miércoles, 13 de junio de 2012

¿Por qué nos empeñamos en ser perfectos? Es un sinsentido. Nadie es ni va a ser perfecto. Al menos no para todo el mundo. Hay excepciones, gente 'perfecta' pero eso depende de las opiniones de la gente. Puede que la persona que menos te esperes sea perfecta y en cualquier momento te das cuenta. Esa persona que hacía poco tiempo pasaba totalmente desapercibida para ti, se convierte en perfección para tus sentidos. Pasa a ser lo más importante de tu vida, alguien a quien no dejarías marchar por nada del mundo y por el que serías capaz de hacer cualquier cosa. Cualquiera, con tal de poder estar juntos. Y esto es así, las personas pasan a ser perfectas cuando te enamoras de ellas. Si no, nadie sería perfecto.

Soy yo, para bien o para mal.

No puedo decir nada nuevo. Soy morena, ojos marrones, alta… Me considero una chica simpática, también puedo decirte que la mayoría de las veces soy algo tímida, pero en el momento que menos te lo esperes puedo ser la chica más atrevida sobre la tierra. Me gusta el fútbol, y no soy perfecta. Pero nadie es perfecto… Bueno, eso depende de otras personas, de cómo te consideren, pero puedo asegurar que, en mi opinión, no tengo nada de perfecta, es más, si me pongo a contar mis virtudes me sale una, y eso es mucho, en cambio, imperfecciones tengo muchas, pero la gente me sabe aguantar. Dicen que a veces de buena soy tonta, y si me regalas una rosa y me dices “te quiero” al oído me enamoras seguro. Soy cabezota, cuando tengo una idea no hay quién me la saque de la cabeza, y a veces soy egoísta. Me encanta divertirme y vivir al máximo. La fotografía y el dibujo son mis hobbys, aunque pensar en él también podría serlo. Aprendo de todos mis errores, aunque a veces pienso que muchos en realidad no son errores y si me tropiezo con alguna piedra en el camino, sé levantarme yo sola.

martes, 12 de junio de 2012

Hola, te he estado buscando durante mucho tiempo, estuve a punto de rendirme, pero te encontré. La verdad, me ha costado encontrarte, no sabía quién eras, ni tu nombre, ni tu aspecto, no conocía nada de ti, ni siquiera sabía que ibas a ser tú el causante de la mayoría de mis sonrisas. Ni siquiera sabía que te buscaba, pero no sé si por suerte, casualidad o por el destino, te acabé encontrando. Ahora quiero darte las gracias por todo, por tratarme mejor que nadie, por hacerme reír cuando más lo necesitaba y por hacer que me diera cuenta de que nunca hay que rendirse. Por haber hecho que me enamore por primera vez en mi vida, por enseñarme que todavía hay gente que merece la pena. Gracias por ser como eres, por ser tú y por cómo haces que sea mientras estoy contigo. Eres lo mejor que he conocido, lo mejor que tengo, y no quiero perderte. 
Te prometo que estaré contigo siempre, mientras tú me lo permitas.

domingo, 10 de junio de 2012

'if you love anything, let it go.'

¿"Si amas algo déjalo ir."? ¿En serio? Eso a mí me parece una estupidez. Si de verdad amas algo, nunca lo dejarías ir, es más, lucharías por ello hasta conseguirlo y si no lo conseguirías seguirías luchando, pero nunca te rendirías. Sólo un idiota dejaría marchar algo que de verdad ama, porque, ¿y si no vuelve? Habrías perdido una oportunidad única en tu vida, algo irrepetible. Habrías perdido la única oportunidad que tenías para ser feliz por completo. Si de verdad amas algo, cógelo fuerte y nunca lo dejes que se valla, por nada del mundo.

miércoles, 6 de junio de 2012

¿Príncipes azules?

Desde siempre el prototipo de príncipe azul es un chico alto, rubio, de ojos verdes o azules, caballeroso, elegante y con dinero. Hasta que te das cuenta de que todo eso pertenece a la fantasía, a los cuentos de hadas y que un príncipe azul no tiene por qué ser tan alto, ni tan rubio, ni tener los ojos claros y tener dinero. Que el verdadero príncipe azul es el que tú prefieras, el que te quiera y te aprecie seas como seas, el que te vea guapa hasta de recién levantada, el que te eche de menos sin que te hallas ido, que esté pendiente de si te pasa algo, y  el que su estado de ánimo dependa del tuyo. El que te quiera y sea sincero contigo, el que no te haga nunca daño.

domingo, 3 de junio de 2012

Tiene ese algo que me hace sonreír todos los días, que cuando no está hace que le eche de menos, que me hace sentir que le necesito conmigo, que si me abraza todos los problemas desaparecen. Cuando hablo con él, no me importa nada más, por muy jodido que esté el mundo, por muy mal que esté yo, por mucho que la gente haga para que esté mal, yo voy a ser feliz, sólo porque sé que le tengo a él, porque me dice lo feliz que es. Que si él se muere, yo me muero, si él es feliz, yo soy feliz, si él se va, yo me voy corriendo detrás de él. Cuando me dice 'te quiero' o 'te he echado de menos' me hace sentir bien. Hace sentirme especial, diferente al resto de las chicas. Él también es diferente al resto, es mucho mejor que los demás, es especial, muy importante para mi.

jueves, 31 de mayo de 2012

I only miss you when I'm breathing.

Echar de menos. Algo placentero y doloroso a la vez. Algo que te produce un vacío imposible de llenar. La distancia. Un ingrediente indispensable para echar de menos, se podría ir a la mierda y dejar de joder a las personas con sus metros, kilómetros, la tierra y el mar. Podrían desaparecer y llevarme hasta ti, así no tendría ese dolor ni ese vacío que me produce el que no estés. Aunque te echaría de menos igualmente, aunque estuviéramos a dos milímetros de distancia, aunque no hubiera espacio para que el aire corra entre nosotros, aún así te echaría de menos. Sólo te echo de menos cada vez que respiro, cada vez que respiras.

martes, 29 de mayo de 2012

Poco a poco, me he ido dando cuenta de que las personas cambian. Evolucionan con el tiempo, se relacionan con otras personas, hacen y hablan de otras cosas. A veces es un cambio bueno, mientras que otras es malo: Se comportan como completos imbéciles, hablan mal de todo el mundo, fuman y beben para creerse 'guays', te dejan de lado en los peores momentos y luego pretenden que les ayudes. Esas personas que estaban contigo siempre, las que más apreciabas, las que para ti eran como tesoros, se van. 'Echan a volar' y te dejan sola. Esa gente, se puede ir haciendo a la idea de no verme más.

sábado, 12 de mayo de 2012

Pongamos el infinito como límite a nuestros besos.

Hagamos de las miradas de un segundo caricias de una hora. Hagamos que el mundo se pare con cruzar una sonrisa... Hagamos que estando juntos el resto del mundo desaparezca por un rato. No me digas lo mucho que me quieres, llévame al infinito y así me lo demuestras. Hagamos que cada sonrisa, cada mirada, cada beso y cada abrazo quede para la eternidad en nuestra memoria, que si algún día pasa algo entre nosotros, sea para siempre...

miércoles, 2 de mayo de 2012

Abandono. Me rindo. ¿Que un clavo saca a otro clavo? Vale, hasta ahí todo bien, pero nadie dice nada del segundo clavo. Se te clava todavía más que el anterior, entra en la herida y la abre más de lo que ya estaba, mientras te va haciendo otras tantas cicatrices. ¿Y de qué sirve eso? Para sufrir más. Yo he llegado a la conclusión de que si quieres sacar un clavo, no uses otro, usa algo que sirva para ello.

miércoles, 25 de abril de 2012

Los nervios empiezan a aflorar, no hay nada que pueda tranquilizarme, él está pasando por mi lado, se ha parado y me ha dicho al oído: 'te quiero, princesa.' Empiezo a ponerme roja, hay un cosquilleo en mi estómago. Una sonrisa en mi cara, de oreja a oreja que me hace parecer idiota. Noto como si ahora todo tuviera sentido, mi vida. El suelo desaparece de repente bajo mis pies, pero hay algo que me sujeta fuerte, unos brazos a mi alrededor, unos labios apretándose contra los míos que me protegen. Ojalá no me suelte nunca, ojalá se quede conmigo para siempre, ojalá que no me falle, que no me haga volver a perder la esperanza. Ojalá que todo fuera algo de verdad, que fuera algo más que un sueño, un sueño de los que te hacen feliz, de los que cuando piensas que algún día podría ser verdad, te saca una sonrisa inmensa y llena de esperanza, una sonrisa sincera, de esas que tanto me gustan cuando están en su boca.

Putas dudas que no me dejan vivir.

Y ahora no sé lo que siento realmente, no sé si es amor, o amistad, o simplemente aprecio. Me pongo nerviosa cuando pasa cerca de mí, y cuando hablamos me invade una sensación única, que no había sentido nunca antes. Se me dispara la adrenalina y se me pone una sonrisa de oreja a oreja, que me hace sentir tonta, la más estúpida del mundo, pero por lo menos una estúpida feliz. Cada vez que le veo me entran ganas de correr a sus brazos, a gritar su nombre, pero hay algo dentro de mí que me obliga a quedarme quieta, que no me deja hacerlo, que me dice que no somos nada, que nunca vamos a ser más que amigos, sólo eso, una buena amistad. Y ahora ya no sé lo que es. ¿Un amigo, un amor? ¿Algo, nada?.

domingo, 22 de abril de 2012

Olvidar ha sido lo mejor que he podido hacer. Estaba atada a un gilipollas y ahora me siento mucho mejor, me siento libre, es como si pudiera volar, como si no hubiera límites ni cadenas que no me dejasen moverme a mi antojo. Ahora estoy feliz de verdad, sin preocupaciones, sin rayadas y sin pasar noches sin dormir y llorando. Ahora estoy mucho mejor, no me preocupa que esté con otra, que se líe con mil o que no me haga ni caso, porque he aprendido a olvidar, más concretamente a olvidarle y ha sido la decisión más acertada que he tomado en toda mi vida.

sábado, 21 de abril de 2012

adfjm

Yo soy de la clase de personas que se ilusiona demasiado rápido, que se encariña enseguida de las personas que se portan bien conmigo.

martes, 17 de abril de 2012

Girl on Fire - Arshad

LJDH

—¡No! ¡No lo hagas, Katniss! —Me aprieta la mano con fuerza, haciéndome daño,
y noto por su voz que está enfadado de verdad—. No mueras por mí. No me harías
ningún favor, ¿de acuerdo?
—Quizá también lo hice por mí, Peeta —respondo; aunque me sorprende su
intensidad, entiendo que es una oportunidad excelente para conseguir comida, así
que intento seguirle el rollo—. Quizá lo hice por mí, Peeta, ¿se te había ocurrido
pensarlo? Quizá no eres el único que..., que se preocupa por... qué pasaría si...
Estoy mascullando, las palabras no se me dan tan bien como a Peeta, y, mientras
hablo, la idea de perderlo de verdad vuelve a golpearme y me doy cuenta de lo
mucho que me dolería su muerte. No es sólo por los patrocinadores, no es por lo que
pasaría al volver a casa y no es que no quiera estar sola; es él, no quiero perd—¿Qué pasaría si qué, Katniss? —me pregunta, en voz baja.
Ojalá pudiera cerrar las compuertas, bloquear este momento y ponerlo fuera del
alcance de los entrometidos ojos de Panem, aunque significara perder comida. Lo
que yo sienta es asunto mío.
—Ésa es la clase de tema que Haymitch me dijo que evitara —respondo, a la
evasiva, aunque Haymitch nunca me haya dicho nada parecido. De hecho,
seguramente me está maldiciendo a voces por soltar la pelota en un momento con
tanta carga emotiva. Pero, de algún modo, Peeta recoge la pelota.
—Entonces tendré que rellenar los huecos yo solo —dice, acercándose.

Es el primer beso del que ambos somos plenamente conscientes. Ninguno está
debilitado por la enfermedad o el dolor, ni tampoco desmayado; no nos arden los
labios de fiebre ni de frío. Es el primer beso que de verdad hace que se me agite algo
en el pecho, algo cálido y curioso. Es el primer beso que me hace desear un segundo.



—Peeta —digo, como si nada—, en la entrevista dijiste que estás enamorado de mí
desde que tienes uso de razón. ¿Cuándo empezó esa razón?
—Bueno, a ver... Supongo que el primer día de clase. Teníamos cinco años y tú
llevabas un vestido de cuadros rojos y el pelo..., el pelo recogido en dos trenzas, en
vez de una. Mi padre te señaló cuando esperábamos para ponernos en fila.
—¿Tu padre? ¿Por qué?
—Me dijo: «¿Ves esa niñita? Quería casarme con su madre, pero ella huyó con un
minero».
—¿Qué? ¡Te lo estás inventando!
—No, es completamente cierto. Y yo respondí: «¿Un minero? ¿Por qué quería un
minero si te tenía a ti?». Y él respondió: «Porque cuando él canta... hasta los pájaros
se detienen a escuchar».
—Eso es verdad, lo hacen. Es decir, lo hacían —digo.
Pensar en el panadero diciéndole eso a Peeta me desconcierta y, ante mi sorpresa,
me emociona. Me parece que mi renuencia a cantar, la forma en que rechazo la
música no se debe en realidad a que lo considere una pérdida de tiempo. Podría ser
porque me recuerda demasiado a mi padre.
—Así que, ese día, en la clase de música, la maestra preguntó quién se sabía la
canción del valle. Tú levantaste la mano como una bala. Ella te puso de pie sobre un
taburete y te hizo cantarla para nosotros. Te juro que todos los pájaros de fuera se
callaron.
—Venga ya —repuse, riéndome.
—No, de verdad. Y, justo cuando terminó la canción, lo supe: estaba perdido,
igual que tu madre. Después, durante los once años siguientes, intenté reunir el valor
suficiente para hablar contigo.
—Sin mucho éxito.
—Sin mucho éxito. Así que, en cierto modo, el que saliese mi nombre en la cosecha

fue un golpe de buena suerte.
Durante un instante siento una alegría casi absurda y después no entiendo nada,
porque se supone que estamos inventándonos estas cosas, fingiendo estar
enamorados, no estándolo de verdad.
Pero lo que cuenta Peeta suena a verdad: la parte sobre mi padre y los pájaros, y es
cierto que canté el primer día del colegio, aunque no recuerdo la canción. Y ese
vestido de cuadros rojos... existía, lo heredó Prim y acabó tan desgastado que quedó
hecho trizas después de la muerte de mi padre.
Eso también explicaría otra cosa: por qué Peeta se arriesgó a una paliza por darme
el pan aquel horrible día. Entonces, si todos los detalles son ciertos..., ¿podría serlo lo
demás?
—Tienes una... memoria asombrosa —comento, vacilante.
—Lo recuerdo todo sobre ti —responde él, poniéndome un mechón suelto detrás
de la oreja—. Eras la única que no se daba cuenta.
—Ahora sí.
—Bueno, aquí no tengo mucha competencia.
Quiero retirarme, cerrar de nuevo las compuestas, pero sé que no puedo, es como
si oyese a Haymitch susurrándome al oído: «¡Dilo, dilo!». Así que trago saliva y me
arranco las palabras.
—No tienes mucha competencia en ninguna parte.
Esta vez, soy yo la que se inclina para besarlo.




Apenas se han tocado nuestros labios cuando el estruendo del exterior nos
sobresalta. Saco el arco, con la flecha lista para disparar, pero no se oye nada más.
Peeta se asoma entre las rocas y da un salto; antes de que pueda detenerlo, sale a la
lluvia y me pasa algo, un paracaídas plateado atado a una cesta. La abro de
inmediato y dentro hay un banquete: panecillos recién hechos, queso de cabra,
manzanas y, lo mejor, una sopera llena de aquel increíble estofado de cordero con
arroz salvaje, el mismo plato del que le hablé a Caesar Flickerman cuando me
preguntó por lo que más me había impresionado del Capitolio.
—Supongo que Haymitch por fin se ha hartado de vernos morir de hambre —
comenta Peeta al meterse en la cueva, con el rostro iluminado como el sol.
—Supongo.
Sin embargo, en mi cabeza oigo las palabras engreídas, aunque ligeramente
exasperadas, de Haymitch: «Sí, eso es lo que busco, preciosa».
Suzanne Collins Los Juegos del Hambre
185
—Será mejor que nos tomemos el estofado con calma, ¿recuerdas la primera noche
en el tren? La comida pesada me hizo vomitar, y ni siquiera estaba muriéndome de
hambre por aquel entonces.
—Tienes razón. ¡Podría tragármelo entero de un bocado! —comento, pesarosa,
aunque no lo hago. Nos comportamos con bastante sensatez; cogemos un panecillo
cada uno, media manzana, y una ración de estofado y arroz del tamaño de un huevo.
Me obligo a comer el estofado en cucharaditas diminutas (nos han enviado hasta
cubiertos y platos), saboreando cada bocado. Cuando terminamos, me quedo
mirando el plato con anhelo—. Quiero más.
—Yo también. Vamos a hacer una cosa: esperamos una hora y, si no lo echamos,
nos servimos más.
—De acuerdo. Va a ser una hora muy larga.
—Quizá no tanto —responde él—. ¿Qué estabas diciendo justo antes de que
llegase la comida? Algo sobre no tener... competencia..., que soy lo mejor que te ha
pasado...
—No recuerdo haber dicho eso último —digo, esperando que aquí esté demasiado
oscuro para que las cámaras recojan mi rubor.
—Ah, es verdad, eso era lo que estaba pensando yo. Ven aquí, me estoy helando.

martes, 3 de abril de 2012

adefgfgjjkñxczcvnki

Andaba mendigado cariño por las esquinas, algo de amor que valga la pena, una sonrisa que fuese sincera. Hasta que llegó él y todo se volvió distinto. Ya no necesitaba andar de bar en bar pidiendo algo de amor sincero, del que nunca encontré. Ya no necesitaba nada más que no fuera él. Ahora podía sentir que tenía entre mis brazos a alguien que sentía por mi algo más que nada, alguien que estaba enamorado de mí, o que al menos, eso decía.

a3msc

Sé que esta preocupado por su hija, porque esta con un tio que va en moto, dando bandazos a 200 por hora a toda ostia no quiero enterarme de lo que pasa a mi alrededor pero de repente aparece alguien que te dice qe aflojes y cuando aflojas, te das cuenta de las cosas y entonces te das cuentas de los pequeños detalles. Que detrás de esas copas, hay un trofeo, que esta sonando mi canción favorita, y que Rosana se iria haora mismo con usted al fin del mundo. Su hija, señor, me hace ir lento. Me hace sentir bien.

Dear agony...

Dear agony, just let go of me, suffle slowly. This is the way it's got to be? Dear agony...

por el miedo a equivocarnos...

+Hola, ¿qué tal estás, princesa?
-Hola, estoy... bien... ¿y tú qué tal andas?
+Yo, bueno, mal.
-¿Y eso por qué? no estés mal, sabes que me tienes aquí para cualquier cosa.
+Yo estoy mal, porque tu "estoy bien" no es sincero. No es verdad, sé de sobra que no estás bien, que estás fatal, y ya lo sabes, tu dolor es mi dolor, tu tristeza, es la mía, puede que primero fuéramos amigos, y que nunca te lo haya dicho, pero ahora somos nosotros, somos dos en uno, o mejor dicho, uno solo. Sabes de sobra que aquí tienes un hombro para llorar, que si es necesario, llorará contigo, y en el caso de que no lo sea te hará reír. Te quiero, lo sabes, y siempre va a ser así, aunque no sea como ahora, que dudo que lo nuestro cambie, pero te voy a seguir queriendo igual, o incluso más, así que abrázame, sonríe y no me hagas sufrir más, por favor.

domingo, 1 de abril de 2012

decir "te quiero" nunca fue tan complicado

Podría decirte todo lo que siento de una vez. Podría cumplir mis sueños con tan sólo decir una frase: "te quiero". Pero no es tarea fácil hacerlo. Cuesta mucho más, lo primero, tienes que poder hablar, de alguna forma, con esa persona, cosa que yo no puedo. Tienes que atreverte, que te salgan las palabras, esquivar todas las piedras que halla en el camino, seguir adelante, hasta llegar hasta la meta, y entonces soltarlo: "Te quiero. Te quiero, mucho. Te necesito como al puto oxígeno, y quiero pasar el resto de mi vida contigo." Parece fácil, pero ponte en mi lugar y verás que no lo es tanto.

miércoles, 28 de marzo de 2012

pequeña

He pasado momentos contigo que no he pasado, y nunca voy a pasar con otras personas. Te he dicho cosas que sin ti, sin tu apoyo, jamás podría haber dicho. He mirado la vida desde diferentes perspectivas, todas contigo. He reído y he llorado, pero ahí has estado tú, siempre atenta para que no me pase nada. Has sabido darme consejos, los mejores que he podido recibir, he aprendido muchas cosas y he vivido diferentes experiencias, aunque puede que no todas hayan sido buenas, pero han sido contigo, que es lo que realmente cuenta. Poco a poco, he aprendido a confiar en ti, y tú has aprendido a confiar en mi. Te tengo que agradecer muchas cosas, pero si empiezo no acabo, así que mejor ni empiezo, y lo dejo para otra ocasión.

lunes, 26 de marzo de 2012

¿Has pensado alguna vez en las consecuencias?
Vas por ahí, de chulo y de rompe-corazones. Te crees que eres lo mejor, que las tienes a todas enamoradas, y no miras lo que tienes, no lo valoras. En serio, ¿nunca lo has pensado?. Mira a tu alrededor, mira lo que tienes y lo que tuviste. Has perdido muchas cosas por el miedo a que la gente hable, y lo peor es que no te das cuenta. Aquí me tienes a mí, que soy la que te apoya cuando lo necesitas, cuando te derrumbas, aquí estoy yo, como tonta para ser un puto pañuelo de lágrimas... Y seré tu mejor amiga, o tu amiga, o como quieras llamarlo, pero en realidad soy la tonta que se enamora de un chulo que no la quiere, que para él es sólo una amiga y nada más, o igual ni siquiera soy una amiga... Tú sigue caminando de esta forma por la vida, pero si lo vas  a hacer, va a ser sin mí, yo ya estoy harta de pasarlo mal porque tú no encuentras a "tu chica perfecta", que te cuide y te valore por lo que eres, no por lo que quieres aparentar. Y aquí estoy yo, que te valoro por lo que eres, que me pareces la mejor persona del mundo, que estoy enamorada de ti, que te amo, pero tú sigues buscando. Ya paso de rallarme y de sufrir, ahora dime que me quieres, y me quedo, sino, puedes ir buscándote otro hombro en el que llorar, pero procura no enamorarle.

:3

https://twitter.com/#!/Amayamgv

jueves, 22 de marzo de 2012

quiero volver a estar, a tres metros sobre el cielo

Quiero que volvamos a ser ese nosotros. Quiero volver a tener es fuerza que nos unía, esa especie de imán potente que no nos dejaba despegarnos. Quiero volver a los días en los que formabas parte de mi felicidad, los días en los que no me rayaba, y si lo hacía, estabas tú ahí, para hacer que me diera cuenta de la realidad, que no debía llorar, y mucho menos decir que no me querías. Volver a los besos de buenos días, los de buenas tardes, los de buenas noches y los de porque sí, porque nos apetecía besarnos. Quiero volver a sentir esos abrazos en las mañanas frías de invierno, o en las calurosas de verano, lo que yo quiero, al fin y al cabo, son los abrazos. Quiero volver atrás, a cuando disfrutábamos sólo con una sonrisa, a cuando nos valía con un te quiero, o un hola para alegrarnos todo el día. Cuando tú me querías y discutíamos porque yo te quería mucho más.

No voy a jugar si de perder se trata el juego.

Y ahora esto. Ahora que se me mezcla todo. Ahora, es cuando me quiero volver a arriesgar. Voy a apostar todo lo que tenga, en el juego de quererte. Sé que si jugamos los dos, voy a ganar, sé que soy la única que lo siente de verdad, aunque al final, seguramente que las reglas del juego vuelvan a cambiar, como siempre hacen, y seguro que volveré a perder una vez más. Pero por otra más... Otra vez de tantas que me ha pasado lo mismo. Al final gana el que más miente, el que menos siente, pero esta vez, hagamos que eso cambie, que las cosas sean diferentes. Déjame que te quiera como siempre lo he hecho, o incluso más. Pero no te arriesgues, no apuestes nada si tú no me quieres a mi, porque te prometo, que esta vez las reglas no van a cambiar. Que esta vez, la que va a ganar no soy yo, porque vamos a ganar los dos. Juntos.

miércoles, 21 de marzo de 2012

amarga despedida.

No quiero despedirme, pero, sintiéndolo mucho, voy a tener que hacerlo. Antes de irme para siempre, quería darte las gracias. Gracias por todo. Por lo que hemos vivido, aunque también te las tengo que dar por lo que podíamos haber llegado a vivir en un futuro, si yo no tendría que decir adiós. Gracias, por estar presente, queriéndome y animándome, dándome besos, acariciándome y haciendo que me sintiera la chica más feliz del mundo, la única que tenía la suerte de tener a alguien como tú. Aunque pueda parecer que esta despedida, la estoy haciendo obligada por algo, o por alguien, no es así. Lo hago porque el corazón me lo dicta. Porque mis sentimientos han cambiado, y parece que tú con ellos. No es que hayas cambiado tú, como eres, sino que has cambiado para mis ojos, para mi corazón. Ya no eres el mismo para mí, yo.. yo te sigo queriendo, igual o incluso más que antes, pero ahora mismo es de una forma totalmente distinta. Como un amigo. Un mejor amigo. No quiero sonar cursi, pero has sido mi vida, una de las razonas por las que he aprendido a vivir, por las que he vivido y no quiero que eso desaparezca, sólo quiero que cambie un poco, a ver cómo nos van las cosas. Créeme, que por perderme a mí, no vas a perder nada de mucho valor. Me voy, pero no quiere decir que sea para siempre. Quizás, en algún futuro, podamos volver a ser los mismos.
Sólo te pido una cosa, calla, besame por última vez, para que pueda irme tranquila.

jueves, 15 de marzo de 2012

¿mi felicidad? se desvaneció hace tiempo

Es ver que en su foto de perfil aparece otra y sentir como mil agujas se clavan en mi corazón. Es sentir que el mundo se me cae encima, perder la esperanza definitivamente. Querer olvidar todo lo que hubo y también lo que no hubo, me vuelvo a dar cuenta de que le sigo queriendo, pero con mucha más intensidad, de otra forma. Los celos se apoderan de todo, los celos y la rabia, mezclados con el dolor y la impotencia, que juntos son una mezcla explosiva, que me hace volver a caer en esos días encerrada llorando en mi habitación, de sonrisas medio borradas, o borradas por completo. De no tener ganas de nada.

jueves, 8 de marzo de 2012

love happens

+ ¿Y si ahora te digo que te quiero? Pero esta vez te lo digo en serio. Te has convertido en el centro de mi puto universo, para mí no eres un amigo, eres mucho más. Me resultaría imposible ser tu amiga sintiendo lo que siento, que eres mucho más que eso, una pieza fundamental en mi vida.
Decirte adiós fue un gran error de tantos que he contado a lo largo de toda mi vida, y ahora me arrepiento de haberlo hecho.
¿Si te diría que quiero pasar el resto de mi vida contigo? ¿qué me dirías?
-Que después de ti no hay nada más; que te quiero; te amo y te necesito aquí conmigo, para siempre.

martes, 6 de marzo de 2012

Frase 5#

¿Por qué la prefieres a ella, que no conoce ni el color de tus ojos? ¿y no a mí, que he contado hasta tus pestañas?

sábado, 3 de marzo de 2012

Empecemos con un 'para siempre'

No eres nadie, sólo eres cierta persona con la que quiero despertar,con la que sueño, por la que lo haría todo, no eres nadie, eres todo.

Eres lo que un día conseguí y lo que al poco tiempo perdí. Eres sonrisas, aunque también eres lágrimas. Alegrías y tristezas. Eres besos y caricias. Eres lo mejor y lo peor. Lo mejor de lo peor y lo más perfecto de la perfección. Eres, fuiste y serás. Eres un siempre. Un nunca. Un nosotros. Eres promesas y mentiras. Ilusiones, sueños. Eres mi lucha. Mi guerra ganada y perdida. Mi cara y mi cruz. Eres mi pasado, mi presente y serás mi futuro. Eres la persona por la que daría todo. Un signo de infinito. Un ocho tumbado. Eres lo que quieras ser, y yo seré lo que quieras que sea. Eres, seremos nosotros. Somos dos. Seremos uno, pero sólo si me lo permites. No eres nadie, eres todo. Mi todo.

domingo, 26 de febrero de 2012

me encantaññññññ

love happens

- Yo he estado enamorado.
- ¿Ah si? ¿Y que se siente?
- Algunos dicen que el suelo desaparece debajo de ti, pero para mí fue como si de repente supiera que el suelo estaba ahí, como si pudiera sentir todo el planeta bajo las suelas de mis zapatos.

jueves, 23 de febrero de 2012

Te necesito. Aquí. Ahora. Ya.

Voy a ser sincera. Te quiero, pero te quiero de verdad. Me arrepiento de muchas de las cosas que he hecho en la vida, y una de esas cosas es haberte desperdiciado, de perderte por no saber ver lo que eras. Luchaste hasta conseguirme y yo te lo pagué mintiéndote, diciéndote que te quería, que no podía vivir sin ti, que te necesitaba... Aunque en realidad no te estaba mintiendo de esa forma, yo sentía eso, pero no era tan intenso, era una pequeña llama que ahora es una enorme hoguera... Ahora me doy cuenta que cada vez que paso por tu lado mi respiración se corta, el aire no me llega bien, las mariposas comienzan a volar en mi estómago, y mi corazón se acelera cada vez más. Sí, me arrepiento y no dudaría en volver el tiempo atrás para volver a tenerte conmigo, acurrucada entre tus brazos, diciéndote que te quiero, y que no te dejaré marcharte nunca.

sábado, 18 de febrero de 2012

Los puentes de Madison

"Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mí. De nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas. Y yo sigo llena de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me quita un trocito de ti. Y tú sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando por mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos. Porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya."

martes, 14 de febrero de 2012

?


Ahora mismo no estoy ni feliz, ni triste, ni siquiera sé cómo estoy... Tengo un puto nudo en el estómago, una mezcla de sentimientos que no se puede describir, no sé cuáles son esos sentimientos, ¿alegría?, ¿tristeza?, ¿amor?, ¿pena?, ¿compasión?, ¿odio?, ¿rabia?... No tengo ni idea, puede que sea una mezcla de todos ellos, o tal vez no es ninguno de los que he nombrado, ahora mismo sólo sé que tengo dudas, muchas, quizás demasiadas.

domingo, 12 de febrero de 2012

Frase 3#

Sigo soñando en que algún día volveremos a estar solos, juntos, en que volvamos a ser uno. Da igual si es en esta vida o dentro de cinco vidas más, a mi me da igual, sólo con tenerte me basta.

viernes, 10 de febrero de 2012

dream

Cierra los ojos y déjate llevar. Empieza a soñar, nunca pares, nunca dejes de creer en esos sueños, ten por seguro, que algún día de estos se van a cumplir, por poco que duren, y su tardan mucho en llegar, espéralos con los brazos abiertos y una gran sonrisa en la boca, la espera te será mucho más amena, lo digo por experiencia propia.

martes, 7 de febrero de 2012

Siete.

Otro siete más. Con este serían cuatro. Serían, si, no son, porque la conociste a ella. Hubieran sido los mejores cuatro meses de tu vida, te lo aseguro, y de la mía también, podíamos haber pasado ratos fantásticos, hubiéramos sido las dos personas más enamoradas que existen, las que más se quieren, pero hay personas que no entienden eso de que el amor es cosa de dos, y no de tres, siempre llega la mala del cuento, que al final se tuerce y yo no te recupero, te quedas con ella y fin de la historia. Puedes vivir cosas bonitas y mágicas con ella, pero como las que viviste conmigo, no habrá ni una sola cosa así, si no vuelves a donde estoy yo.