jueves, 27 de septiembre de 2012

Grietas, ojeras. Dolor.

Las cuerdas que te sujetan se rompen. Te caes y. Otra grieta más para la colección. La verdad, tienes ya tantas, que una más no te hace tanto daño (o eso quieres hacerte creer). Pero son demasiadas. Y ya no puedes más, estás harta de todo y todos. De que te juzguen sin saber por lo que estás pasando, de que te arañen la espalda y no puedas hacer más que derrumbarte. Ay. Si supieran...Ya es demasiado, aunque tú sigues como si nada. Con tu falsa sonrisa y tu falsa esperanza de que todo esto, pueda acabar algún día. De que el dolor te abandone, o, al menos, se haga más leve.
Mientras tanto, tus días seguirán siendo grises. Tu rutina será también tu ruina. Seguirás acumulando grietas y noches de insomnio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario