-Lo siento, pero no eres mi tipo.
-Ah, ¿no? Bueno, vaya, pues... adiós.
-Eh, espera. ¿Quién ha dicho que no te quiera? ¿Que me voy a ir? No eres mi tipo, ¿y qué? Me da igual. En realidad, ¿quién es mi tipo? No lo sé, y tampoco quiero, porque yo te quiero a ti. Eres la única persona capaz de hacerme feliz día tras día y no pienso dejarte escapar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario