domingo, 23 de septiembre de 2012

...

Miras al espejo y ves lo de siempre. A una completa desconocida.
Antes te tenías algo de aprecio. Ahora, en cambio, estás rota. Estás rota por su culpa. No te conocían, pero te convirtieron en esa cosa que ahora desprecias tanto. Tú te conocías, sabías quién eras, lo que querías. Ahora ya no. No te conocen ellos, pero tampoco tú. 
Has cambiado y...
                                                                     Ahora más que nunca, te odias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario