jueves, 15 de noviembre de 2012

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Vuelvo a la rutina de las pesadillas y el vacío. A las ganas de acabar con todo y odiando a todo el mundo. Prometiste demasiadas cosas y no cumpliste ni la más simple, pero yo sigo... a duras penas, pero aquí me tienes. Si tu dolor era el mío, pero ahora tú estás perfectamente y yo sigo en esta mierda. Me voy dando cuenta de que se te ve más feliz cuando vuelven las pesadillas y mis ganas de acabar con todo. ¿Y soy importante para ti? Bueno, ya no. Y dudo que algún día lo haya sido. Pero, ¿sabes? Ya me da igual. No me arrepiento de ti y aunque duela recordarte es placentero. Podría tropezar con la misma piedra (tú) una y otra vez, caerme y hacerme el mismo daño o incluso más. Pero ya ves que soy masoquista, al menos cuando se trata de ti.

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