lunes, 6 de febrero de 2012

Las apariencias engañan.

+Deja de hacer eso...
-¿El qué? No estoy haciendo nada...
+Deja de juzgar a la gente sin conocerla.
-¡¿Qué?! ¡No hago eso!
+¿No? Vale, ¿qué piensas de mí?
-Pues... Que eres una chica simpática, tímida, graciosa... Tienes pinta de no haber roto un plato en tu vida.
+Vale, ¿y de ese chico de la moto?
-De él, pienso que va de chulo, que se cree el mejor, pero no lo es, que no tiene una chica porque a cada paso que va, rompe unos cuantos corazones. Que no se aclara, hace a cada chica ilusionarse para luego abandonarla, no las quiere y las hace daño.
+Pues te equivocas. Ese es un chico dulce, nada de que va de chulo ni de rompe corazones, es majo y nada atrevido, es más es muy tímido. Es verdad, tiene dudas, ha roto más de un corazón, pero él es el que no ha roto un plato en su vida, y si no encuentra a una chica con la que tener una relación estable, es porque en su día se hizo ilusiones y una chica le partió el corazón, le hizo ilusionarse y no le quería lo suficiente.
-Ah... no lo sabía.
+¿Sabes? esa chica que le rompió el corazón... Fui yo. No te dejes llevar por las apariencias, porque la mayoría de las veces engañan.

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