miércoles, 26 de junio de 2013

Amor.

Fue al bajar de aquel avión. Tú llevabas una camiseta ancha de tu grupo de rock favorito y el pelo recogido en un moño medio deshecho. Tenías ojos de haber estado horas llorando y apenas te quedaban unas marcas del maquillaje corrido en tus mejillas.
Con toda esa gente corriendo de un lado para otro yo estaba solo y tú también. Y entonces, nuestros ojos se encontraron y el tiempo se paró. Mi corazón se saltó dos latidos y de pronto dejaste de llorar para sonrojarte y sonreírme.
Fue entonces, amor, justo en ese momento, cuando supe que pasaría hasta la última milésima de segundo de mi vida luchando para estar contigo.

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