El aire gélido entraba por la ventana de su habitación penetrando en los huesos.
Una sensación de miedo y ansiedad crecía poco a poco en el interior de su pecho. Sentía un vacío y una presión que dolían.
La soledad se abría paso a zancadas en medio de toda esa oscuridad, sumiéndole más en ese pozo sin fondo al que tanto miedo tenía.
El corazón aceleraba sus latidos y con ellos la respiración se le entrecortaba cuando sentía que estaba más cerca de acabar con todo o de que todo acabase con ella, y las lágrimas salían atropelladas de su mirada perdida.
Una voz en su interior le susurraba "no lo hagas", pero siempre había una más fuerte gritándole una y otra vez que lo hiciera sin pensarlo dos veces. "Das asco".
Se puso de pie y el dolor le estremeció, recorriéndole de los pies a la cabeza. Subió las viejas escaleras que tan descuidadas estaban camino al tejado y con las vistas de un día nublado y triste decidió desaparecer para siempre antes de que el miedo acabara con ella.
miércoles, 19 de junio de 2013
Miedo.
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